El ·beso de Singapur·, debe su nombre a una prostituta que vivió en esta ciudad hace mas de 3 mil años y que puso de moda una técnica que consistía en dar placer a un pene a través de las contracciones de la vagina.
El ·beso de Singapur· es una técnica milenaria que consiste en la contracción de la musculatura vaginal, Para aquellas mujeres que practiquen con regularidad ejercicios de Kegel o pilates, quizá les resulte más sencillo, si bien la experta asegura que es una práctica no resulta fácil.
Cómo identificar la musculatura vaginal
Siempre que nos referimos a los ejercicios de Kegel se explica que para practicarlos debemos contraer la musculatura interna de la vulva como si estuviéramos intentando cortar el pis. Lo puedes hacer contrayendo la musculatura de la orina y la pared vaginal. Notarás la diferencia a medida que vayas avanzando en la práctica.
Debes realizar estos ejercicios de Kegel habitualmente y de forma constante una vez que hemos aprendido a identificar y a contraer esa zona sin problemas. Lo ideal es empezar con 20 repeticiones 3 veces al día. No todas las mujeres necesitan el mismo número de ejercicios para tonificar la zona. Las repeticiones deberían hacerse algo más prolongadas una vez que pasa el tiempo, así, habría que practicar la serie «contraer – retener – soltar» en lugar de practicar solo «contraer y soltar». Esta es la siguiente fase para perfeccionar la técnica. Cuando esta práctica la controlemos solas, podemos realizar con nuestra pareja heterosexual, el famoso beso de Singapur.
¿Qué es el beso de Singapur?
La práctica del beso de Singapur se caracteriza por la capacidad para contraer y relajar la musculatura vaginal de forma controlada hasta el punto de poder llegar a retener el pene. No es una práctica erótica sencilla, porque si ya resulta complicado contraer la musculatura a solas, aún es más difícil cuando se tiene un pene dentro.
¿Cómo practicarlo?
Como primera medida para llevar a cabo esta técnica es necesario que el hombre esté acostado y la mujer se siente encima de él. Aunque no existe una postura específica para hacer el beso de Singapur, no hay que olvidar que ella es quien domina la situación:
- la mujer debe mantener la cadera quieta algunos segundos.
- Concentrarse en mover únicamente el músculo pubocoxígeo.
- La cadencia debe ser lenta y rítmica, apretando y soltando el órgano sexual masculino varias veces.
Algunas mujeres también utilizan las llamadas ‘bolas chinas’, que se colocan igual que un tampón durante el ejercicio de contracción. De esta manera, se refuerza la zona de la pelvis, lo que ayuda a mejorar el rendimiento sexual.
La importancia de la comunicación
Una vez que estemos realizando el coito, debemos intentar contraer esa musculatura durante la penetración. Llegados a este punto uno de los aspectos más importantes para que la práctica resulte satisfactoria es la comunicación. Al principio será complicado pero nuestra pareja nos dirá si siente la fuerza que hacemos sobre su miembro. Para tener éxito con el ·beso de Singapur· aconsejamos siempre que lo mejor es insistir y practicar. La idea es que lo intentéis practicar las veces que queráis y que vuestra pareja os diga qué es lo que siente y si le gusta o no.
Una vez perfeccionada la técnica existe la posibilidad de probar a combinar movimientos de cadera con las contracciones, si bien esto requiere aún más práctica. Probar nuevas cosas y disfrutar de una sexualidad consciente resulta positivo para la pareja, pero debéis saber que cada persona es un mundo y no todas disfrutamos de esta práctica ni la vemos tan placentera. Así que no te apures sino la consigues.
Beneficios de practical el · Beso de Singapur·
A diferencia de otras técnicas, este método brinda tanto al hombre como a la mujer la posibilidad de sentir un orgasmo más intenso. La satisfacción es, por tanto, femenina y masculina.
Como hemos comentado, la mujer tiene el control de la situación. Además, estimula al clítoris y a la vagina al mismo tiempo y hace trabajar a los músculos del suelo pélvico.
Por su parte, el hombre experimenta nuevas sensaciones al disfrutar del sexo de forma más duradera.